
Situación: Mujer joven con exceso de marihuana y de canciones minimales, entra a ver una obra de teatro que, según le informan, es de un grupo de danza. Hasta ahí todo marcha bien.
La primera escena ocurre sobre un arbol en el patio frontal de la sala-centro cultural, una chica semidesnuda se contonea entre las ramas mientras recita un texto, por suerte, inentendible. La chica se baja y sale del patiecito delantero de la casa chorizo hacia la calle, allí se encuentran otras chicas vestidas de manera simpáticas con vestidos de las tías de cuando eran jóvenes o bien de feria americana. Los espectadores observan la escena desde dentro de la "sala" (repito, patio al aire libre) hacia la vereda de enfrente donde tras observar sus movimientos corporales, los autos frenan, gritan cosas y tocan bocina.
Hasta ese momento la espectadora se repite a si misma: "no voy a hacer juicios apresurados, debo que ser tolerante con el arte". La hecatombe comienza con la palangana. La palangana (y su derivado el balde) dará origen a casi todo lo que en adelante será cuasi vomitivo.
La función transcurre en diferentes salas, donde se suceden diferentes escenas relacionadas con la palangana y su contenido. No estoy hablando de heces, o algún menjunje asqueroso, sino simplemente de agua. Agua que las actrices/bailarinas (?) refriegan por su cara, pelo y cuerpo, mojando sucesivamente diferentes vestidos, harapos, leotardos y camisones.
El punto cúlmine arriva cuando un travesti, al natural, diremos, sin maquillaje, entra en escena, recitando algunas frases nuevamente inentendibles, se moja y se arroja al suelo, tal como sus pequeñas compañeras lo hicieron con anterioridad. Las piernas afeitadas y el deshabillé colorado no contrapesan sus 90 kilos y metro 85 de altura intentando dar saltitos sobre una tela blanca empapada.
La señorita espectadora de repente se pregunta si si se hubiera tomado un daikiri menos o fumado un porro menos, estaría en esa situación donde, acompañando a las chicas en tetas con cullottes blancos, un tipo en slip blanco se moja sus zonas íntimas y poco a poco desliza hacia abajo la prenda para dejarnos ver su diminuta pasa de uva (y no porque el tamaño importe) escondiéndose de un, obviamente, nauseabundo público.
7 comentarios:
una vez fui a ver una obra de teatro donde actuaba la amiga de una amiga, terminé con la ropa manchada con algo que no se que era, pero lo peor de todo fue que no podía levantarme e irme, me sentía encerrada en una jaula con tres "lobos" en el escenario que gritaban a la luna. Terrible!
ay nena, no entendés nada.
1). HAY que respetar el arte.
2). HAY que respetar a los homosexuales.
HAY QUE RESPETAR AL ARTE HOMOSEXUAL
Espero que el arte homosexual no sea eso que vi, porque ahí si que me afilio a las juventudes bushistas y me dedico a matar con un bate de beisbol a todos mis amigos homosexuales. (Por suerte -para ellos- sí tengo amigos homosexuales que hacen buen teatro)
en general los actores son unos pelotudos, homosexuales o no.
para clo: fantástico tu "actrices/bailarinas (?)"
es interesante el planteo del arte homosexual. tomando como suposición de que si hay un travesti en la manifestación artística dada (cualquiera que sea), ya entra en esa categoría, me puse a pensar en ejemplos para contradecirlo, y la verdad, no se me ocurrió ninguno. películas y televisión comercial nada más.. pero todos sabemos que eso no es arte de ningún tipo.
hernán gracias...
Que es el arte homosexual? un lugar en donde la (homo)sexualidad está explicitada y se hace uso de ella como manera de expresión artística? o simplemente no existe tal cosa, solo arte? el arte existe? existo?
uy me colgué
los actores hacen bien el amor...sobre todo los homosexuales
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